lunes, 17 de septiembre de 2012

Tela de jinetes y modelos exclusivos


Hola a todas:
  Hoy os quiero hablar de cómo somos las mujeres, en especial de ese ego que nos dice que nuestras hijas deben ir exclusivas y guapísimas. 

  Pero antes poneros un poco en antecedentes: resulta que estoy en una "Academia de Costura", en Diciembre hará un año. Yo, que renegaba de la aguja, que para mí era la antítesis de la mujer moderna, trabajadora y conciliadora. Pues sí, resulta que MI HIJA Y LA CRISIS fueron las culpables que necesitase aprender a coser y heme aquí aprendiendo semana a semana con cada prenda que hago a mi hija.  

  Pues resulta que tengo una compañera de clase, con dos hijas una con veintipocos y otra aún pequeñita, y el último día de clase se presentó con un corte de la tela, como la que veis en la imagen, para hacerle a su hija pequeña un vestido de cierta marca "Real". Como moscas todas preguntamos: -¿Dónde la has comprado? Mi compañera calló y su hija de 22 respondió.
-Uyy, después de 5 horas en internet buscándola me fue imposible y al final resulta que un amigo de mi novio trabaja en la fábrica donde se hacen los vestidos y nos pudo conseguir el retal. Pero él lo hizo como un gran favor. 
-¿¡¡ehhhh!!? (Esto fue lo que yo pensé).

  Más tarde le comento a mi marido lo ocurrido, añadido del comentario: ¡Qué casualidad!
Mi marido me responde: Pero si tú haces lo mismo, ¿de qué te quejas?
-¿¡¡ehhhh!!? Yo no hago eso...- ¿O sí lo he hecho?, acabo de acordarme de aquella vez en mi primera "Academia de Costura" (ahora estoy en otra). Recién acababa de descubrir a Trae Tela y las telas de muñecas. Se me ocurrió hacer un vestido de muñecas, en un pueblo donde apenas se había visto y claro todas mis compañeras me preguntaron: ¿Dónde has conseguido la tela?
-Resulta que mi hermana, que trabaja en la capital, tiene una compañera que las vende- Sí esa fue mi respuesta, parecida a la de la hija de mi compañera. Espero que Mar de Trae Tela no me lea porque no le estaba haciendo ninguna publicidad.

  Cuando me cambié de academia pretendí seguir haciendo lo mismo, pero cuál fue mi sorpresa cuando encontré a una compañera (en la actual academia) que conocía a Trae Tela, la revista Espejito, Espejito, ... y otros blogs donde vendían telas. Para colmo no se cortaba ni un pelo en dar referencias...adiós a mis ganas de exclusividad. 

  Poco a poco comprendí que no a todas nos gustan las mismas telas, ni todas combinamos igual, ni todas hacemos los vestidos igual de cortos (creo que los míos ganan a los de todas mis compañeras), ni a todas nos gustan los mismos tipos de vestidos...en definitiva que en esto de la costura es muy difícil que dos compañeras hagamos el mismo vestido y más difícil aún que nuestras hijas los luzcan igual. 

Pero llegar a este pensamiento me ha llevado muuuuucho tiempo.
 ¿Por qué esa maldad? Pues:
-a) porque llegar a esos blogs me ha costado mi tiempo y si lo decía le ahorraba tiempo a otras, 
-b) y porque quería que Mi Pececito luciese modelos diferentes al resto de los peces de este lago (léase pueblo).

Sin embargo; después de darle vueltas no sé cuál es la razón de mi compañera, puesto que hacer un vestido idéntico al de cierta marca Real y que además está expuesto en el escaparate de una de las tiendas locales creo que no hace muy exclusivo el vestido de tu hija, ¿verdad?  Supongo que entonces solo le queda la razón a).

Pero tengo otra compañera, esa sí que sigue creyendo en la exclusividad de los modelos de su hija, sssssspppp, no puedo decir nada porque los lleva en secreto, son exclusivos. Aunque como siempre está el ego del autor, sí, sí, señoras el autor necesita ser reconocido y es por ello que necesita publicar sus modelos exclusivos en blogs donde venden telas. Esos blogs donde su trabajo puede ser admirado por muchos, entre ellos yo, que no los logro ver en la academia pero sí tranquilamente en mi casa sentada en mi sillón.

 Llegados a este punto yo me pregunto: ¿es la mujer así por naturaleza y los hombres están exentos de esta rareza? pues fíjense que no, para muestras mi cuñado, que cogió una dorada de 7 kilos y tengan por seguro que no les dirá dónde fue la captura, ni siquiera cómo lo hizo, pero el ego del autor ante todo y eso sí, ya está buscando ser reconocido como record IFA.

Por cierto, antes de despedirme se me olvidaba contaros que un amigo de mi marido también trabaja en la fábrica y nos puede conseguir la tela si queremos, para ello solo tenéis que pinchar  aquí. Para que todas podamos hacer modelos exclusivos.

BESOS





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